domingo, 8 de enero de 2012

Origen mitológico de Roma.

Si nos centramos en el origen mitológico de Roma, nos remontamos a la siguiente historia:


El rey Procas tuvo tres hijos, dos varones y una hembra. El primero, Numitor, era el mayor, por lo que era el directo heredero al trono. Su hermano Amulio, era el más pequeño, pero quería ocupar el trono, y estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario. Por ello, mató a los hijos de su hermano mayor, para que así este no ocupara el trono por no tener descendencia. Decidió también obligar a su hermana Rea, mayor que él, a convertirse en una sacerdotisa vestal, destinada por ello a  permanecer virgen hasta el fin de su vida. De este modo, tenía asegurado el trono.
Pero, pese a todo, Rea, quedó embarazada del dios Marte, y dió a luz a Rómulo y Remo. Cuando su hermano se entero, ordenó tirar al rio a los dos pequeños, exponiendolos a una muerte practicamente segura, y encarceló a su hermana como castigo. 
Pero, los dos hermanos consiguieron sobrevivir, siendo afortunadamente encontrados por una loba que se encargó de su cría, amamantándolos hasta el día en que un pastor los encontró, llevándolos a casa y tratándolos como si de sus propios hijos se tratara. 
Cuando Rómulo y Remo cumplieron los dieciocho años, el pastor decidió hablarle de sus verdaderos orígenes y, los dos hermanos, llenos de ira, devolvieron el trono a su abuelo Numitor.
Este, como recompensa decidió ofrecerles crear una ciudad en el monte Palatino, cercano a las aguas en las que habían sido salvados de una muerte casi segura. Ambos hermanos querían mandar sobre la nueva ciudad, y por ello, decidieron dejar la decision de quien lo haría en mano de los dioses. 
Para ello, cada uno de los dos hermanos subieron a un monte. Remo subió al monte Aventino y Rómulo al monte Palatino. El primero consiguió ver seis buitres mientras que el segundo vió doce, por lo que se dió por hecho  que el elegido había sido Romulo. 
Este, de inmediato trazo los limites de su ciudad, prohibiendo el paso sin autorizacion a cualquiera que no fuera el mismo. Remo, riendose de su hermano por las amenazas lanzadas cruzó la raya haciendo que Rómulo entrara en colera y lo matara con sus propias manos, a la vez que pronunciaba la siguiente frase:  “Así perezca el que franquee este recinto“
Poco despues, Rómulo se dio cuenta de lo que habia hecho.  Sintió un gran arrepentimiento, y como homenaje a su hermano, a la nueva ciudad le pondria de nombre Roma. 
Así comenzó el más grande imperio jamás formado.


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